viernes, 31 de julio de 2009

Otro país

San Luis, la provincia de los Rodríguez Sáa, se autopromociona como “otro país”. Dicen que es un país con autopistas por todas partes y wifi donde quiera que uno esté. La tecnología, el lenguaje del futuro, llega a todos sus habitantes de manera gratuita.

La gente es amable y feliz en San Luis, porque tiene lo necesario para vivir como se merece. Con el wifi, del que su gobernador habló en un programa de radio durante diez minutos, se puede tener el mundo en las manos.

En ese país, no se habla de ciertos problemas: la pobreza, la corrupción, el desempleo y otras miserias no forman parte de los discursos de quienes manejan una provincia provechosa.

Habría que recordarles a las autoridades, de patillas invisibles, que el pueblo necesita algo más que un servicio de Internet. Las prioridades deberían ser la inexistencia de miserias y desigualdades, la justicia y la educación al alcance de cada individuo que viva en San Luis.

De todos modos, el gran logro de Sáa parece ser la instalación de la red de redes sin cable. Su faraónica hazaña, que muestra que lo enorgullece, parece desmoronarse cuando los habitantes de ese “otro país” que gobierna, denuncian que el wifi (entre otras cosas) tampoco les llega. La razón: el intendente responsable no comulga con el Alberto.